miércoles, 11 de mayo de 2011

Ropas Viejas


 (Texto extraído de : Palabra para Hoy, "Vitaminas para cada día")

Cuando albergas ciertos pensamientos en la intimidad de tu mente, puede que te sientas tentado a disculparte diciendo: "¿Y qué mal me puede hacer?". ¿Qué mal? ¡Más de lo que te imaginas!, pues a fin de cuentas, te conviertes en lo que piensas.
 Pablo escribió: "...llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo..." (2 Corintios 10:5b). Controla tus pensamientos, o ¡ellos te llevarían a sitios donde no quisieras ir!
De nuevo, Pablo escribió: "...despojaos del viejo hombre...y vestíos del nuevo..." (Efesios 4:22b,24). Ahora bien, es probable que no quieras admitir que todavía llevas "ropas viejas", pero la verdad es que no puedes "vestirte" del "nuevo hombre" hasta que no te despojes del "viejo". Es más, tampoco puedes guardarlas para un "día lluvioso" o incluso dejarlas en el "suelo", porque podrías dar un "traspié". ¡Debes deshacerte de ellas!.

Lee atentamente estas palabras:

"...desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo...  no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que robaba, no robe más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno... Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracias a los oyentes" (Efesios 4:25-29). Puesto que el Espíritu de Dios vive dentro de ti, no tienes que:
  1. Mentir para mejorar tu situación
  2. Engañar para prosperar
  3. Traicionar para triunfar
  4. Utilizar tu enfado y tu estado de ánimo para manipular a los demás
  5. Entrar en conversaciones groseras
Esas son "ropas viejas"; vamos, ¡deshazte de ellas!

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