"Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia..." (Romanos 5:3b)
Los tiempos más duros son aquellos cuando todo lo que sabemos acerca del Señor todavía no nos ayuda a obtener resultados. Esto es cuando aprendemos sobre su silencio. Cada vez que Dios no dice una sola palabra:
- Está enseñando incluso en la quietud.
- Nos permite crecer obligándonos a pensar, estudiar y llegar a conclusiones, mientras Él está al lado con una sonrisa silenciosa y una mirada vigilante, ¡Él está cuidando de nosotros!
Esas son las veces cuando el dolor dura tanto tiempo que sólo el Señor puede liberar la paciencia requerida y la gracia pura para sostenerte. La verdad es que la paciencia, es simplemente fuerza aumentada, energía enfocada y fe tomando su tiempo.
Video: La Paciencia
Escucha: Mantén tus ojos en Jesús, quien tanto comenzó como terminó esta carrera en la que estamos. Considera cómo lo hizo. Porque nunca perdió de vista su objetivo - esa meta fortificante en y con Dios -, Él podía aguantar cualquier cosa sobre el camino: cruz, humillación, cualquier cosa. Y ahora está allí, en el lugar de honor, "....a la diestra de Dios....." (Hechos 7:55b). Cuando te encuentres flaqueando en tu fe, repasa esta historia otra vez, punto por punto, esa larga letanía de hostilidad a través de la cual Él abrió camino. Eso insuflará adrenalina en tu alma (Hebreos 12:2-3 parafraseado).