domingo, 29 de mayo de 2011

Un tiempo de reflexión (es un hasta luego)

A veces, cuando pasamos por situaciones difíciles, necesitamos un tiempo para restaurarnos en el Señor.
Ahora mismo, quiero mandar un abrazo a todas las personas que, desde el 19 de abril, día en que nació este Blog, lo han leído, esperando que haya sido de bendición para todos.
Espero volver pronto a emitir las reflexiones que, desde lo más profundo de mi alma, y con ayuda del Señor, os he hecho hasta ahora todos los días.
Sólo depende de Dios el restaurar mi vida y mi corazón lo antes posible, pero debo orar para que eso suceda.

Lo dicho, espero volver pronto. Bendiciones para todos.

sábado, 28 de mayo de 2011

Retira lo "viejo" de ti

"....el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios" (Juan 3:3)
Hay muchas facetas en cada uno de nosotros que nos han generado más problemas que alegrías en nuestra vida. En nuestro andar en Cristo debemos aprender, poco a poco, a retirar lo "viejo" de nuestro interior, y empezar a sembrar lo "nuevo", para en un futuro, recibir "nuevos frutos", muy diferentes a los que habíamos obtenido hasta ahora.
Esas "cosas viejas" de nuestro interior, generalmente son vicios, actitudes negativas, miedos, etc.......
Lo principal que debemos hacer, antes de quitar lo "viejo", es identificarlo. Así pues, debes preguntarte a ti mismo, ¿qué me impide ser "una nueva criatura" para Dios?.
Está claro que es muy difícil examinarse a uno mismo, pero hermano, si no lo haces a conciencia, si te guardas "algo" impuro en tu interior porque te dices a ti mismo "¡yo no soy perfecto", o "¡yo soy así!", o incluso "¡Dios ya hará en mi!", debes saber que no conocerás las bendiciones de Dios para tu vida ya que el Señor únicamente te librará de tus "cosas viejas" cuando quieras, de todo corazón, quitarlas de tu vida. Es difícil, pero como dice la Palabra:
"Entrad por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mateo 7:13-14)

Cierto es, y ya lo dice la palabra, que pocos hallan el camino de la salvación, y si es cierto que nosotros la buscamos, e intentamos ser salvos, debemos primeramente desprendernos de nosotros mismos, y entregarnos a la voluntad de Dios:
"....todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" (Mateo 16:25)

Debemos llamar a las "cosas viejas" de nuestro interior por su nombre, y sólo clamando a Dios con Fe, y con una actitud valiente y de superación:

 "...pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor, ya que es persona de doble ánimo e inconstante en todos sus caminos." (Santiago 1:6-8)

Veamos los dos tipos de actitudes posibles:

Actitud temerosa
"Señor, si es tu Voluntad, quita de mí esta "cosa vieja". Se que lo harás gradualmente y poco a poco (porque sé que me va a costar lo suyo quitármelo de encima), pero ve quitándomelo, por favor........ en el nombre de tu Hijo Jesucristo. Amen"

  • Esta actitud es totalmente reprobable, y quizás una persona se pueda pasar toda la vida orando de este modo, porque no hay Fe en estas palabras, sino deseo de "cumplir" a medias........ Como para que Dios en el día del juicio no te diga: "¡No condenaste ni llamaste por su nombre aquella cosa que te condenaba!", y tu le puedas decir: "¡Si lo hice!, ¿no me escuchaste?.....¿yo te pedí que me libraras de ella?". Esa es una oración con "la boca pequeña".

Orando con Fe
"Señor, se que si sigo con esta "cosa vieja" estoy condenado al lago de fuego, y que seré azotado por ti como buen Padre. En el nombre de Cristo Jesús te pido de todo corazón que extirpes de mi este cáncer que me corroe, este fallo que me hace impuro delante de ti y que mancilla tu nombre. Padre amado, clamo a ti para que te apiades de mi alma, y para que no permitas que esa "cosa vieja" vuelva a mi. ¡En el nombre de Jesús!, quítame ahora mismo esta "cosa vieja", y hazme una nueva criatura, para poder seguir mi vida conforme a tu Palabra. Padre mío, ahora mismo envía tu Espíritu Santo sobre mi para que me libere del pecado que me aflije. En el nombre de tu Hijo Jesús. Amen."
¡Si señor!. ¡Así se le pide al Padre que nos sane!. Si quieres que Dios te escuche, ponlé Fe, da por hecho que el te quiere sanar, y haz compromiso de no volver a caer, y si caes en cualquier aspecto de tu vida que es pecado.......... ¡arrepiéntete!, y no aceptes el pecado en ti, porque estarás condenando tu alma.
Por ejemplo, ¿acaso crees que Dios no atenderá tus súplicas si clamas de este modo cada vez que fumas un cigarrillo?. 
Quizás ahora mismo sueltes una sonrisa, pero si sabes que con las drogas mancillas el Templo Santo que es tu cuerpo para Dios, lo verás de otro modo y te arrepentirás. Deja ahora mismo de condenarte con la típica actitud..... ¡Va!, ¡ya se lo he dejado en manos de Dios!, exculpándote a ti mismo. Así jamás te escuchará ni te ayudará a superarlo. Si se lo pides del modo correcto quizás fumes algunos más, pero Él te ayudará. Dios sabe cuando le pides con Fe, y cuando es por "obligación", para el día del Juicio poder "justificarte".
Retira lo viejo de ti, pero ten por seguro que Dios ya sabe qué es aquello en lo que caes. Depende de ti reconocerlo o no, ser castigado o no. Se sincero contigo, y nace a una nueva vida, donde te esperan bendiciones sin fin.

viernes, 27 de mayo de 2011

Disfruta de tu matrimonio

"Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla..." (Hebreos 13:4)
Durante el desayuno, una mujer le preguntó a su marido: "Si yo muero, ¿te volverás a casar?". "Probablemente", respondió el marido. "¿Viviría ella en nuestra casa, dormiría en nuestra cama y usaría mi equipo de golf?". "No" respondió él, "¡ella es zurda!". El amor puede ser ciego, ¡pero el matrimonio realmente te abre los ojos!.
De hecho, hay momentos en cada matrimonio en los que tienes que "apretar los dientes", pedir paciencia, y recordar tu compromiso delante de Dios.
Sin embargo, hay muchas razones para disfrutar de tu matrimonio. Aquí tienes cinco:

1. "Afiliación" exclusiva. Cuando "honroso es el matrimonio, y el lecho sin mancilla..." (Hebreos 13:4), disfrutas de todos los privilegios de un "club" de sólo dos miembros. Piensa por un momento: ¿Quién conoce tus gustos, desgrados, alegrías y penas mejor que tu pareja?. Esto es lo que os mantiene juntos.
2. Doble enriquecimiento. Dios dijo: "Goza de la vida con la mujer (o el hombre) que amas... " (Eclesiastes 9:9). Recapacita: ¿Para qué sirve el éxito si no tienes a nadie con quien compartirlo?.
3. Fuerza en la unión. Recuerda: "A uno que prevalece contra otro, dos lo resisten... " (Eclesiastés 4:12).
4. Alguien en quien apoyarte. La Biblia dice: "Mejor son dos que uno.....porque si caen, el uno levantará a su compañero" (Eclesiastés 4:9-10). En un buen matrimonio, cuando uno de los dos está cansado por la lucha diaria, el otro puede sustituirle temporalmente.
5. Un objetivo más alto. El matrimonio no tiene que ver sólo con el final de la soledad; desde la perspectiva de Dios también es ser un ejemplo al mundo del amor que Él tiene por su pueblo. Así que, ¡disfruta de tu matrimonio!





Video: Dios es mi fortaleza

jueves, 26 de mayo de 2011

Que dura es la palabra......

La Palabra de Dios es muy dura en ocasiones, y sobre todo para todos aquellos que deciden no creer.
La Palabra de Dios puede traer gozo a tu vida, y a la vez desesperación, viendo como miembros de tu familia, a los que amas, se condenan a sí mismos, cayendo en un pozo de tristeza, donde no hay hueco para Dios o, al menos, para el Dios que les pide una ruptura con las cosas del mundo, y un acercamiento al interior de sí mismos.
En la Palabra del Señor, incluso, se nos insta a no corregir a aquellos que, por decisión propia, deciden seguir "su camino" y no el de Dios:

"No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al sabio, y te amará" (Proverbios 9:8)

Así pues, el hecho de querer llevar una vida conforme a la Palabra de Dios, no es sinómino de felicidad inmensa y de que no tendremos problemas, sino más bien todo lo contrario, pero sí tenemos la certeza de que, al final, y pase lo que pase, Dios estará con nosotros, será nuestro apoyo en la tribulación, nuestro aliento en tiempos de dificultad, y el camino............. ¡el único camino!.... que nos llevará directos a la salvación eterna.
La Palabra es muy dura con todos aquellos que le dan la espalda a Dios y, quizás por ese motivo, estas personas piensan que "a ellos nadie les va a imponer que crean nada!", e imbadidos por la soberbia y el orgullo, llaman sin ningún pudor a los cristianos "fanáticos", "sectarios", etc.....
 ....y es que si cualquier persona no tiene temor de Dios, no tiene temor de las consecuencias de sus palabras, y no pueden ser corregidos en base a la palabra porque, según ellos mismos, "ellos tienen la razón y en ellos está la verdad".

¿Cuán lejos esta este pensamiento de lo que creemos los cristianos, verdad?. Lo primero que hace alguien que quiere dedicar su vida a Cristo, es aprender a perder su propia voluntad, y aceptar la voluntad del Señor, aprender a entregarse a los demás, aunque no se reciba nada a cambio, y aprender a mirar primeramente la viga que tenemos delante, antes de querer quitar la paja del ojo ajeno......... La soberbia no tiene cabida en nuestras vidas, tampoco el egoísmo, el orgullo, la prepotencia, la lujuria,etc.......
"El temor de Dios aumenta los días, más los años de los malvados serán acortados" (Proverbios 10:27)

Es muy duro para aquellos que no creen en Dios, leer estas líneas, porque no creen que se puedan estar condenando, porque creen que son pasajeros de un tren llamado "Vida", y cuando lleguen a la parada final, el tren se estrellará.
 Pero, sinceramente, ¿no es más factible que cuando el tren llegue al final exista una estación?........ En esa estación está Jesucristo esperándote, pero si piensas que no hay estación.... no la habrá:

"Lo que el malvado teme, eso le sobrevendrá, pero los justos recibirán lo que desean" (Proverbios 10:24)

Aquella persona que no teme a Dios...... ¿a quién teme?, ¿a nadie?, ¿a nada?, ¿por qué vive?, ¿por qué muere?, ¿tiene la vida un sentido?, ¿tiene su propia vida algún sentido?........
Hasta que cualquier persona no se hace estas preguntas, no se puede dar cuenta de que no tiene respuesta para ellas, y no comienza la busqueda de "algo" que de sentido a su vida, "algo" que llene ese vacío indescriptible que existe en su interior, pero que por culpa de la soberbia, el orgullo, y las ataduras enormes de este mundo con las que viven, no pueden encontrar, y muchas veces no se atreven ni a buscar.
"Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte." (Proverbios 14:12)

Entonces...... ¿si no sigues a Dios estás condenado?............ La respuesta es muy fácil, y como acabamos de ver en esta reflexión, muy dura en palabras de Jesús:

"El que no es conmigo, contra mí es......" (Lucas 11:23)
Así pués, y antes de negar a Dios y a Jesucristo por el resto de tu vida, piénsalo bien, y hazte esta pregunta:

¿Necesito a Dios?

Escucha tu respuesta......... y a partir de ahí, vive con las consecuencias, pero sabiendo de la misericordia de Dios y que, si algún día te humillas ante Él, te arrepientes, y no es demasiado tarde........

.......podrás volver a nacer

Cuando no tienes la respuesta

Dios no te va a decir lo que no necesitas saber. Es más, Él no va a hacer por ti lo que ya te ha dicho que hagas. ¡Y no trates de resolver las cosas que deberías dejar en sus manos!.
Cuando almacenes algo que te preocupa, porque se lo vas a dar a Dios para que lo resuelva, no lo vuelvas a tomar porque no te gusta la manera como Él lo está llevando a cabo o el tiempo que se toma para resolverlo. Escucha: "...el que creyere, no se apresure" (Isaías 28:16b).
A tu mente le gusta "encajar" las cosas. Necesita un lugar para colocar cada una de ellas de tal manera que parezca tener sentido y experimentar que todo está bajo control; no le gustan las preguntas sin respuestas.
Sin embargo, son una de las herramientas que Dios usa para crucificar nuestras mentes carnales. Cuando no sabemos lo que ocurre, o bien confiamos en Él, o nos preocupamos, o tratamos de dar la solución nosotros mismos.
Cuando Dios no responde a nuestras preguntas, es porque nos está entrenando en el área de la confianza. ¡Métete eso en la cabeza!. ¡Aprende a vivir con las cosas que no se han solucionado todavía, y confía en el Señor!
Si quieres crecer, tienes que aprender a tener paz en medio del caos que eso conlleva.
Si eres uno de esos hijos obsesivos y absorventes que tiene que tener todo bien atado para que nada se te escape, aquí tienes una palabra para hoy: "Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia" (Proverbios 3:5)

miércoles, 25 de mayo de 2011

El brillo de la Fe

Tener fe, creer, confiar....... ¡Que maravilloso es cuando se hace de corazón!
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1)

¡Cuán diferentes son las personas cuando tienen fe!. ¡Qué maravilloso es creer en Dios y en su obra perfecta!.
Tener fe en Jesucristo, en el Espíritu Santo, en Dios, es como el respirar para el ser humano. Y al igual que podemos respirar aire puro o contaminado, también podemos tener fe pura y de corazón, o con condicionamientos y ataduras, depende de cada uno de nosotros.
Y es que aquellas personas que tienen una fe pura, que brilla desde lo más profundo de su alma, son luz para aquellos que la rodean, son un trago de agua fresca en el desierto.
 Sacrificio, mansedumbre, amor, humildad, son algunas de las características que definen a aquellas personas que han entregado su vida al Señor.
Si tienes fe de corazón, es decir, confías en Dios plenamente, abandonas tus cargas de este mundo y se las dejas al Padre, porque Él está deseando recogerlas y "hacerte descansar".
 Y es que la fe verdadera, la fe pura en Cristo, limpia los corazones de tal manera que nos hace querer "abandonar" las cosas de este mundo cada día un poco más, e implicarnos de manera total en la obra del Padre.

La fe en Dios hace que tus ojos brillen de una manera especial...
 la fe consigue que, por muy tormentoso pasado que tengas, mires hacia adelante y sonrías, sabiendo que Él te va a acompañar el resto del camino
la fe pura y de corazón en Cristo Jesús produce una paz interior lejos de todo entendimiento, un saber que todo va a ir bien a pesar de las circunstancias
la fe en el Señor te hace una persona diferente, removiendo todo tu interior, y haciéndote imposible odiar, tener rencor, criticar..........
Porque si tenemos Fe en Dios, que todo lo puede, nada nos faltará.

"Sin fe es imposible agradar a Dios.." (Hebreos 11:6)

Que Dios les bendiga.

Video: Creer (Tener Fe)