Siguiendo estos tres principios tan sencillos:
1. Búscalo. Convierte el estar contento en una elección diaria. Créete de verdad que 'más' no es equivalente a 'más' feliz.
Para encontrar el contentamiento - ¡simplifica!
2.Dilo. Cultiva la capacidad de decir: "Tengo bastante". Levántate de la mesa y di: "He comido lo suficiente".
Cuando te encuentres con el bono de regalo, deja de pensar en lo que podrías comprar y di: "Tengo bastante, Señor; ¿cómo podría utilizar esto para ti?.
3.Decídelo. David escribió: "Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas" (Salmo 62:10b). No permitas que tus ingresos dicten tu estilo de vida. Escoge un nivel de vida realista y no gastes más sólo porque ganas más. Si tú no eliges tu estilo de vida, el mundo lo elegirá por ti, y probablemente será un estilo de vida por encima de tus recursos. Que tu estilo de vida sea bíblico; ¡enfócalo teniendo en cuenta la eternidad!
Considera lo siguiente: si todos los granos de arena de todas las playas del mundo representaran la eternidad, podríamos decir que un granito representa la duración de tu vida.
Reflexiona: estás aquí moliendo tu granito día y noche con el fin de sacar todo lo que puedas de él, sin pensar en todas las playas de eternidad que Dios tiene para ti. No es muy inteligente, ¿verdad?. Para sentirte contento, céntrate en la eternidad.
Que lo suficiente sea suficiente. Pablo lo hizo así. Él dijo: "...he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación" (Filipenses 4:11b). El contentamiento es algo que se aprende; tienes que trabajar en ello - ¡diariamente!
Video: El poder del contentamiento