jueves, 26 de mayo de 2011

Que dura es la palabra......

La Palabra de Dios es muy dura en ocasiones, y sobre todo para todos aquellos que deciden no creer.
La Palabra de Dios puede traer gozo a tu vida, y a la vez desesperación, viendo como miembros de tu familia, a los que amas, se condenan a sí mismos, cayendo en un pozo de tristeza, donde no hay hueco para Dios o, al menos, para el Dios que les pide una ruptura con las cosas del mundo, y un acercamiento al interior de sí mismos.
En la Palabra del Señor, incluso, se nos insta a no corregir a aquellos que, por decisión propia, deciden seguir "su camino" y no el de Dios:

"No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al sabio, y te amará" (Proverbios 9:8)

Así pues, el hecho de querer llevar una vida conforme a la Palabra de Dios, no es sinómino de felicidad inmensa y de que no tendremos problemas, sino más bien todo lo contrario, pero sí tenemos la certeza de que, al final, y pase lo que pase, Dios estará con nosotros, será nuestro apoyo en la tribulación, nuestro aliento en tiempos de dificultad, y el camino............. ¡el único camino!.... que nos llevará directos a la salvación eterna.
La Palabra es muy dura con todos aquellos que le dan la espalda a Dios y, quizás por ese motivo, estas personas piensan que "a ellos nadie les va a imponer que crean nada!", e imbadidos por la soberbia y el orgullo, llaman sin ningún pudor a los cristianos "fanáticos", "sectarios", etc.....
 ....y es que si cualquier persona no tiene temor de Dios, no tiene temor de las consecuencias de sus palabras, y no pueden ser corregidos en base a la palabra porque, según ellos mismos, "ellos tienen la razón y en ellos está la verdad".

¿Cuán lejos esta este pensamiento de lo que creemos los cristianos, verdad?. Lo primero que hace alguien que quiere dedicar su vida a Cristo, es aprender a perder su propia voluntad, y aceptar la voluntad del Señor, aprender a entregarse a los demás, aunque no se reciba nada a cambio, y aprender a mirar primeramente la viga que tenemos delante, antes de querer quitar la paja del ojo ajeno......... La soberbia no tiene cabida en nuestras vidas, tampoco el egoísmo, el orgullo, la prepotencia, la lujuria,etc.......
"El temor de Dios aumenta los días, más los años de los malvados serán acortados" (Proverbios 10:27)

Es muy duro para aquellos que no creen en Dios, leer estas líneas, porque no creen que se puedan estar condenando, porque creen que son pasajeros de un tren llamado "Vida", y cuando lleguen a la parada final, el tren se estrellará.
 Pero, sinceramente, ¿no es más factible que cuando el tren llegue al final exista una estación?........ En esa estación está Jesucristo esperándote, pero si piensas que no hay estación.... no la habrá:

"Lo que el malvado teme, eso le sobrevendrá, pero los justos recibirán lo que desean" (Proverbios 10:24)

Aquella persona que no teme a Dios...... ¿a quién teme?, ¿a nadie?, ¿a nada?, ¿por qué vive?, ¿por qué muere?, ¿tiene la vida un sentido?, ¿tiene su propia vida algún sentido?........
Hasta que cualquier persona no se hace estas preguntas, no se puede dar cuenta de que no tiene respuesta para ellas, y no comienza la busqueda de "algo" que de sentido a su vida, "algo" que llene ese vacío indescriptible que existe en su interior, pero que por culpa de la soberbia, el orgullo, y las ataduras enormes de este mundo con las que viven, no pueden encontrar, y muchas veces no se atreven ni a buscar.
"Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte." (Proverbios 14:12)

Entonces...... ¿si no sigues a Dios estás condenado?............ La respuesta es muy fácil, y como acabamos de ver en esta reflexión, muy dura en palabras de Jesús:

"El que no es conmigo, contra mí es......" (Lucas 11:23)
Así pués, y antes de negar a Dios y a Jesucristo por el resto de tu vida, piénsalo bien, y hazte esta pregunta:

¿Necesito a Dios?

Escucha tu respuesta......... y a partir de ahí, vive con las consecuencias, pero sabiendo de la misericordia de Dios y que, si algún día te humillas ante Él, te arrepientes, y no es demasiado tarde........

.......podrás volver a nacer

Cuando no tienes la respuesta

Dios no te va a decir lo que no necesitas saber. Es más, Él no va a hacer por ti lo que ya te ha dicho que hagas. ¡Y no trates de resolver las cosas que deberías dejar en sus manos!.
Cuando almacenes algo que te preocupa, porque se lo vas a dar a Dios para que lo resuelva, no lo vuelvas a tomar porque no te gusta la manera como Él lo está llevando a cabo o el tiempo que se toma para resolverlo. Escucha: "...el que creyere, no se apresure" (Isaías 28:16b).
A tu mente le gusta "encajar" las cosas. Necesita un lugar para colocar cada una de ellas de tal manera que parezca tener sentido y experimentar que todo está bajo control; no le gustan las preguntas sin respuestas.
Sin embargo, son una de las herramientas que Dios usa para crucificar nuestras mentes carnales. Cuando no sabemos lo que ocurre, o bien confiamos en Él, o nos preocupamos, o tratamos de dar la solución nosotros mismos.
Cuando Dios no responde a nuestras preguntas, es porque nos está entrenando en el área de la confianza. ¡Métete eso en la cabeza!. ¡Aprende a vivir con las cosas que no se han solucionado todavía, y confía en el Señor!
Si quieres crecer, tienes que aprender a tener paz en medio del caos que eso conlleva.
Si eres uno de esos hijos obsesivos y absorventes que tiene que tener todo bien atado para que nada se te escape, aquí tienes una palabra para hoy: "Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia" (Proverbios 3:5)