No es ninguna película y, lamentablemente, es una gran realidad en nuestra sociedad. El mayor destructor de relaciones es, sin duda, el Ego. Veamos, antes que nada, cuál es el significado de este término tan nombrado y tan poco conocido, entendido como el destructor de relaciones:
"El ego es aquello que nos lleva a tener un afán de protagonismo frente a los que nos rodean. El ego incluye la soberbia, la pedantería, también incluye el complejo de inferioridad, el sentirse disminuído, el tener miedo a juzgarse."
"¡Ay de vosotros, fariseos!, que amais las primeras sillas en las sinagogas y las salutaciones en las plazas." (San Lucas 11,43)
Básicamente, el Ego, elevado en demasía, es contrario a una actitud amorosa y humilde, con lo cual, el Ego es contrario a lo que la palabra define como amor:
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." (Corintios 13,4-7)
Video: El Ego y el Amor
Cómo Descubrirlo
Las personas que son más susceptibles de ser atacadas por este 'Destructor de relaciones' son aquellas con un apego especial por los bienes materiales, el orden,etc..... y están, generalmente, tan imbuídas en su mundo que apenas se dan cuenta de lo vano que es todo: luchas, peleas, discusiones sin fin.........
"No os hagais tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde ladrones entran y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla y el moho destruyen, y donde ladrones no entran y hurtan, porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón." (San Mateo 6,19-21)
La persona con un Ego muy elevado, capaz de hacer peligrar cualquier relación, bien sea de amistad o de pareja, piensa que todos deben satisfacer sus necesidades de la manera en que esa persona desee, sin tener en cuenta la manera de ser y comportarse de los demás. Son personas que protejen a la perfección su espacio, sin dejar apenas espacio para los demás.
Son capaces de amar, si, pero siempre con alguna condición de por medio.
Aquel que es víctima del Ego, facilmente pierde la compostura y se abandona a una actitud falta de amor y pobre en modales, donde las palabras mal sonantes abundan por doquier.
"....de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio, pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado". (San Mateo 12,36-37)
Al Ego le encanta el rol de víctima y, además, cuanto mayor es el ego, mayor afán de protagonismo y, ante adversidades, hace ver que es el que más sufre porque es el que más necesidad tiene de obtener atención por parte de los demás.
¡El Ego produce placer!, con lo cual es muy difícil desprenderse de él. Va minando una relación hasta que la destruye. ¿Produce placer?, si, la persona sufre pero inconscientemente hay como un gozo. El Ego, para que el Espíritu no se defienda, lo invade y le crea como una especie de dependencia..... Estas personas se dejan llevar muy facilmente por los roles de víctima, susceptibilidad, irascibilidad, son personas que se enojan muy rapidamente, cualquier motivo les vale, pensando que son los amos, cuando en realidad son víctimas de sí mismos.
Estas personas viven en la confusión, y confunden el ego con el yo, con la propia persona. Toman el ego como que son ellos mismos, con que "ellos son así y deben ser respetados como tales".
Cómo vencerlo
Únicamente puede ser vencido, obviamente, con la ayuda de nuestro Señor, y con ayuda de la palabra. Basicamente se trata de ser humildes y someternos a los demás, es decir, que debemos, para vencer al Ego, intentar dar más que recibir, más amor, más perdón, más de nosotros, e intentar pedir menos explicaciones por un gesto, por una palabra,etc..... respetar a los demás como son, y no como queremos que sean, y desechando la actitud de que incluso queremos que nos digan las palabras que deseamos escuchar.
"Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (San Mateo 7,12)
Una buena dosis de humildad llega por vencer el querer tener razón siempre, ya que por ahí estaremos haciendo lo contrario de lo que nuestro Ego quiere y necesita y es que, ¿de qué sirve tener razón si como resultado tenemos separación y división con nuestros semejantes?. En lugar de querer tener razón siempre, ¿por qué no amamos más y nos olvidamos de razones absurdas?
Video: La necesidad de tener razón
El Ego, es un gran enemigo de nuestras relaciones con los demás. Así, pues, ¿porqué no nos unimos en oración para vencer a este enemigo del amor?. Dios lo puede todo y, por muy altas que sean las murallas, con Fe, conseguiremos todo lo que nos propongamos.
Luchemos por el Amor...............Venzamos al Ego!!!!!!!!!!!!!
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