(Texto extraído de: La Palabra para Hoy "Vitaminas para cada día")
¿Estás viviendo como Dios lo planeó o estás luchando para estar a la altura de las expectativas de otras personas?.
¿Qué pasaría si te quitases la máscara y fueras auténtico?
La historia de Conejo Velvetón tiene un mensaje imperecedero para cada uno de nosotros. Durante una conversación entre un nuevo conejo de juguete y un viejo caballo hecho de piel, el conejo le pregunta:
"¿Qué es lo real?¿Significa eso tener cosas dentro de ti que ronronean, y con un asa que sobresale? "
"Lo verdadero no es de qué manera estás hecho", contesta el caballo, "Es algo que te sucede cuando un niño realmente te quiere".
"¿Y duele eso?", pregunta el conejo.
"Algunas veces si", dice el caballo. "Pero cuando eres genuino, no te importa que te hieran".
"¿Pasa eso de repente?", pregunta de nuevo el conejo.
"No, tarda mucho tiempo. Es por esto que no se le ocurre muy a menudo a la gente que suele perturbarse con facilidad, tener 'aristas afiladas' o necesitar un constante mantenimiento. En regla general, cuando ya eres auténtico, la mayor parte de tu pelo se ha caído, te lloran los ojos, las coyunturas se aflojan y estás hecho un verdadero 'trapo'... Pero estas cosas no importan, porque una vez que aceptas ser lo que eres no puedes ser feo, excepto para los que no entienden nada".
El Rey David dijo: "Tú formaste mis entrañas...; estoy maravillado..." (Salmo 139:13,14b).
Video: Aceptarse a uno mismo
Ser auténtico significa aceptarte física, mental, emocional y espiritualmente, reconociendo que a los ojos del Señor eres una "obra en construcción".
Pablo escribió: "...somos...todos miembros los unos de los otros... Tenemos, pues, diferentes dones...úselo conforme a la medida de la fe..." (Romanos 12:4b,6). Y añadió: "Tendrás motivo de gloriarte" (cfr. Gálatas 6:4b), y así es como Dios te llevará a sitios que jamás te hayas imaginado.
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