"Me acordaré de mi pacto." (Génesis 9:15)
Cuando Noé hablaba de la lluvia venidera, ésta era un símbolo del juicio de Dios.
Pero después del diluvio, Dios dijo: "Nunca más." (Génesis 9:15 NVI) y añadió: "Se dejará ver mi arco en las nubes. Y entonces me acordaré de mi pacto con vosotros, y no habrá más diluvio de aguas para destruir." (Génesis 9:15).
Desde ese momento, la lluvia se convirtió en un símbolo de bendición en la Biblia: "Os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde" (Malaquías 3:10).
¿Tienes miedo de que el sufrimiento del pasado vuelva a aparecer?.
Tranquilo, persevera en tu camino con el Señor, quien prometió: "Nunca más". Cuando Dios usa algún suceso de tu vida -el cual podría haberte destruído- para desarrollar tu carácter, miras hacia atrás y puedes decir con el salmista:
"Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a conocer tus decretos" (Salmo 119:71).
Sin tribulaciones, no podrías haber aprendido ciertas cosas: por ejemplo, que las presiones pueden crear en ti una pasión para buscar más intensamente a Dios; o el poder de tus oraciones; o cómo Dios puede actuar en medio de la adversidad; o que cuando te vio llorar, tus lágrimas le fueron tan preciosas que las recogió y guardó en su redoma (véase Salmo 56:8); o que el ángel del Señor te protegió cuando el enemigo quería derribarte (véase Salmo 34:7); o que Dios no necesito a nadie para apoyarte y bendecirte, y te sacó de aquella situación difícil; y todo porque vio el arcoíris y se acordó de su promesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario