jueves, 19 de mayo de 2011

Estar tranquilo

"Caminaré en libertad y tranquilidad." (Salmo 119:45 parafraseado)
En la vida "siempre hay algo". Cuando resuelves un problema, aparece otro. 

Jesús dijo:

"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33).

Observa dos aspectos:
  1. "...para que en mí tengáis paz"
  2. "....en el mundo tendréis aflicción"
 La paz de Dios sólo se hace realidad en nosotros cuando escuchas y obedeces "estas cosas que os he hablado". Escribió el salmista:

"Guardaré tu ley siempre. [es decir, escucharla, recibirla, amarla y obedecerla]. Y andaré en libertad [y tranquilidad] porque escudriñé [y me obligué a seguir] tus mandamientos" (Salmo 119:44-45 parafraseado)
Analicemos dos palabras del texto anterior. La primera es "escudriñé", que indica buscar la verdad.
 La segunda es "me obligué", que denota caminar a diario según los preceptos de Dios.
 Al hacer esas dos cosas podrás "andar en libertad y tranquilidad", los contratiempos de la vida no te frustrarán, tendrás paz a pesar de las circunstancias adversas y consultarás a Dios antes de emprender algo, no después.
 Por lo tanto, si has perdido la paz interior, pregúntate: "¿Estoy caminando según la Palabra de Dios?". La obediencia conduce al descanso: "Los que hemos creído entramos en el reposo" (Hebreos 4:3). En cuanto empieces a obedecer la Palabra de Dios, sentirás esa "tranquilidad". Así es cómo Dios quiere que vivas hoy.

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