En "Una Caja de Delicias", J.John y Mark Stibbe relataron este divertidísimo escrito:
Sabes que eres un adicto al café cuando........ :
- Te nombran empleado del més en la cafetería local, y ni siquiera trabajas allí.
- Tienes lo ojos abiertos cuando estornudas
- Te comes las uñas de los demás
- Puedes escribir a máquina sesenta palabras por minuto con los pies
- Puedes arrancar el coche sin los cables
- No sudas, te filtras
- Has desgastado el asa de tu taza de café favorita
- Has corrido treinta quilómetros en la cinta antes de darte cuenta de que no estaba en marcha
- Tu cumpleaños es una fiesta nacional en Brasil
- Te vas a dormir sólo para poder levantarte y poder oler el café por la mañana
- Tus gatos se llaman 'Leche' y 'Azucar'
- Tus labios están siempre en posición de sorber
- Tienes una foto de tu taza de café en la misma taza de café
- No te bronceas, te tuestas
- No te alteras, hierves
- Tu taza de café está asegurada
- Presentas a tu esposa como tu compañera de café
- Esquías cuesta arriba
- Te multan por exceso de velocidad aunque estés aparcado
- No has parpadeado desde el último eclipse lunar
- Acabas de terminar un nuevo jersey sin saber hacer punto.
La Biblia dice: "Gustad y ved que es bueno el señor..." (Salmo 34:8). Te voy a dar una idea: ¿por qué no le das tiempo a Dios mientras tomas esa taza de café?. Lleva siempre contigo la Palabra del Señor, la Biblia. Medítala mientras sorbes el café y habla con Él a la vez que lo saboreas.
Si cada una de las cosas que hacemos durante el día, que a veces ni nos damos cuenta de la gran cantidad de tiempo que les dedicamos, las acompañamos cada cierto tiempo de la Palabra de Dios, no nos costará apenas ningún esfuerzo y, poco a poco, descubriremos que nuestra vida espiritual será transformada y nos ayudará, para bien, en todos los aspectos de nuestra vida.
Porque la palabra de Dios es el alimento del alma, y nuestra mejor arma para afrontar el día malo.
Video: Biblia vs Móvil
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